Los ronquidos de mi marido no me dejan dormir, me voy al salón con mi manta, al sofá!
Tengo frío..
Al rato pienso, tengo sueño.. Me voy a dar un baño de sales de oliva con agua calentita y me zambullo.
No acostumbro a hacer esto por falta de tiempo, pero como tengo las manos secas estoy con el movil escribiendo esto.
Cojo papel y boli, por si se me cae el movil al agua. Ya relajada digo en el silencio de la mañana que el mejor regalo que nos podemos hacer las mujeres que trabajamos, nos premiemos cuidandonos, pues queremos vernos favorecidas y cuando nos mostremos a los demás sentirnos seguras.
Porque yo lo valgo...
Un buen desayuno y empiezo la jornada laboral.
Me gusta mi trabajo, me gustan mis novias que han elegido que yo las vista para verse y que las vean espectacular para que sean el centro de la atención en cada prueba con su familia o amigas.
He de decir que el aforo de nuestro showroom está diseñado para dos novias siempre separadas para tener mayor privacidad. En cada una pueden acompañar a la novia cuatro personas, para no apabullar a las novias o a mi.
Si son dos, mejor. Sólo es una sugerencia, pues la novia que también es mía, necesita centrarse sin opiniones totalmente dispares, pues aveces, el afán de ayudar, cuando se intenta aconsejar, reflejas tus propios gustos, no los propios de la clienta. La novia.
Paz Crespo
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