La primera novia de 2015

Buenos días, egunon, bonjour..
Hoy quisiera compartir un bonito secreto, ¿secreto a voces?
Bueno, solo entre nosotras.
Quisiera recordar a una novia, Mónica. La primera novia que en enero de 2015, se casó de la mano de Paz Crespo, osea yo, con un maravilloso traje de novia, que lució el día de su boda, el día 31 de enero.
Creo que nunca olvidaré entrar en mi showroom a Mónica, tarde, anocheció, vino tarde tras un largo recorrido...
Todo eran prisas, todo era hablarme de otras firmas, que en ningún momento me dijo nombres, donde no la trataron bien o no la comprendían. Era ya de noche, y quedamos tarde, pero nos dimos otra cita, pues ya era la hora de cerrar.
La cita se la dimos para muy pronto, pues no había mucho tiempo. Su trabajo le impedía llegar a una hora prudente. Bueno, en estos casos la aplazamos para el domingo de la semana siguiente por la mañana. Vino con su madre y con su futura suegra. Tras presentarnos, la madre y su futura suegra, modista encantadas de empezar a elegir el vestido de Mónica.
Tras ocho vestidos probados, que la parecía originales, poco vistos y de buenas calidades, le entraron las dudas, todos le gustaban, su madre, una gran madre por cierto, intentaba que las dudas disiparan, pues no tenían mucho tiempo por delante, y muchas dudas.

Tras la elección dos eran candidatos, a los ojos de Mónica, de la madre y de su futura suegra.
Bien, tras una larga mañana, la duda venía entre los dos seleccionados, con total rotundidad, pues era muy duro elegir solo uno.
La dejamos quince minutos mirándose al espejo, que tiene trescientos años, mirándose trescientas veces.
Mi clienta, se ha decidido!
-¿Pero por favor no puedo probármelo otra vez el otro?
Si claro, dije.

Vestido de novia original

Las horas pasaban, la madre y la suegra, ya querían ir a casa a la hora de la comida, se ha decidido. Repentinamente ella rompe llorar, a abrazarme y abrazarnos.

-Como echo de menos a mi hermano, mi único hermano, mi confidente- somos tan afines.. Perdona por mi inseguridad, pero este es l vestido que quiero llevar el día de mi boda, me has tratado con mucha paciencia y cariño. Entre hipos y lágrimas que le corrían por la mejilla, su madre también se emocionó y su suegra le dijo: ¡Estas preciosa!
Claro, una no es de piedra, y casi se me cae la humedad que tenía mis brillosos ojos. Bien, a partir de ahí, las pruebas eran un autentica fiesta, venía eufórica, ¿a que estoy guapa?¿a que es precioso? ¿a que es distinto? Como me gustaría que lo viera mi hermano que está en Alemania y vendrá en Navidad..

Así fue, vino su hermano, volví a probarle el vestido y quedó totalmente satisfecha. Paz ha venido solo para ti, la madre medió, nos damos dos besos y quedamos para la penuntilma prueba. Recuerdo que hacia un frió...

Las muestras de agradecimiento, cariño, satisfacción siempre las recordaré como el día de Navidad, lleno de buenos deseos, para empezar una buena vida, y yo un año nuevo. Me contagió ilusiones, energía, positividad..
Me sentí alegre y feliz.

La última prueba con algún retoque, quedó patente que le llenaba de gozo que llegase el día. Los pendientes eran todo una duda, pues eran del todo originales, de figuritas, muy al estilo de sus cmplementos, pero a la madre no le gustaba. La convencí y accedió con gusto.

Vestido de novia con capa

Mónica venía siempre muy preparada por si lloviese, trajo un paraguas precioso, blanco y transparente de novia, con unos preciosos botines y llena de felicidad.
Yo he disfrutado con Mónica, la primera novia del año.

Esta novia no se porque, como nunca la recordaré.
Esa gran capa que te dió calor, la he sentido dentro de mi corazón, gracias por esta vivencia.

Paz Crespo