Buenos días,
Hoy por fin
aterrizamos de tantas fiestas en honor a San Isidro Labrador.
Un sin fin de chulapos
con su tradicional traje, haciendo las delicias de los niños y de las niñas.
El buen tiempo
acompañó, la pradera se vistió del milagro, éste, San Isidro hizo brillar
una jornada llena de simbolismo aconteciendo el milagro recibido.
Cómo no, tenemos
agua bendita, bendecida con fe.
Oigo música
amenizando desde mis ventanas, es el momento de ver a todos y todas las
participantes al acompañar con la familia, amigos…Hasta el anochecer.
Nuevamente mis ventanas
se cerraron y continuó la fiesta.
Quiero hacer honor a
ese lugar, pues hay un tesoro oculto, donde descansa un ángel.
Por la mañana salí a
correr al fresco, a eso de las ocho de la mañana; anduve, corrí, me cansé, he
hice una parada. En los escalones donde puedes visualizar el manzanares, me
vino a la mente, tumbarme con las manos hacia detrás, estirando los músculos,
que vi.
Me emocioné,
bajo un cielo celeste apoyado sobre una nube blanca, (pensé, no me van a
oír), y grité con pulmón abierto:
Ángel, ¿dónde estás?
Qué bonito :)
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