martes, 9 de mayo de 2017

El reencuentro inesperado.


Quien me iba a decir despues de 30 años volvernos a ver es como si el tiempo se paro y volvió a la vida. Esa llamada, llamada Lina, soñadora, nostalgica, como una estrella que al mirar al sol deslumbra. 
La luz, el sol, el tiempo, la gran oportunidad, esa que nunca se va, pues ese momento quedó inpregnado al reencuentro incondicional. Este grupo de soñadoras nostalgicas y luchadoras hemos llegado a sentir cada una de las integrantes un trocito de juventud. 
A veces, llegamos tarde, que mas da, pasamos años en los que casi si salimos por la ciudad ni nos conocemos. Eso sí, siempre se puede recapacitar quizas ese paseo por esa calle nos hayamos cruzado. Que poco cuesta aunar entre todas unos momentos en los que no hace falta ni ver, ni hablar. El corazón manda y recuerda como un disco duro, esto es genial.
Compañeras, ¿Quien no tiene la formula de no emocionarse simplemente con un guiño de aceptibilidad.   



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