miércoles, 30 de agosto de 2017

Buenos días,

Ya de vuelta con las pilas cargadas y con muchas anécdotas y proyectos. Poco a poco os iré contando nuestras aventuras reales, autenticamente reales. Os lo prometo.

No sé por donde empezar, pero tengo que tener un orden. Y empiezo ya.

Llegamos a la preciosa casa rural y las arañas eran mis compañeras, gracias a Lina nos hicimos unas cuantas escalinatas de arriba para abajo. Lo dejamos pendiente pues nos queríamos poner guapas y dar una vuelta por el pueblo que estaba en fiestas. Cómo no saludé a quién ví, ya se sabe como son los pueblos.

 Pues bien, la música se oía desde muy cerca desde la maravillosa plaza de Huérmeces. Nos pusimos cómodos en las hamacas cómo no "El rey" en su trono en un espectacular sofá de pura piel azul marino con los pies en lo alto y cómo no, nosotras limpiando. Al día siguiente todo estaba limpio y acogedor.

Vinieron mis hermanos, mi hija con su futura familia y llegamos a la Iglesia del pueblo.


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