No sé si reír o llorar pero ambas opciones han sido la tonica de las vacaciones. De manera que la relajación, la buena comida con la que Lina nos ha deleitado receta tras receta. Es una maravillosa cocinera que ha conseguido con su repostería que engorde un par de kilos. Sin embargo Lina ha perdido unos cuantos...
Entre nuestras escapadas hemos disfrutado como dos campeonas haciendo casi alpinismo, esas rocas donde nos apoyábamos con las piernas entreabiertas haciendo eco eco ecoooooo y Jose Antonio expectante desde su trono de roca partiéndose de risa haciéndonos fotos asombrándose de hasta donde hemos podido llegar. Rocas inmensas y senderos entre monasterios.
Como Lina no tiene las piernas tan largas como yo, ella quiso ser valiente, cómo no! Jose Antonio se alarmó, lo que yo hacía ella me lo copiaba. Lina salió corriendo.
En el Monasterio de Santa Casilda hicimos fotografías de todas las bellísimas obras de arte, fuimos a la fuente bebimos agua y empezamos a tirarnosla una a otra. Oscurecía y nos quedamos heladas.
Empezamos a correr y yo me escondí detrás de un árbol sin parar de reír pues no me dí cuenta de que se me veía detrás del ábol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario