Qué difícil es hacer una maleta cuando tienes tantas cosas bonitas para ponerte, casi todas nuevas y llega el momento de ponertelas. Pues es lo que a mi me pasa.
Tengo una torre, la Torre de Pisa. Tres armarios me avalan, todos con espejos, de manera que pueda verme en varios ángulos.
Hablemos del zapatero, tienen un lugar imprescindible en cada temporada. Algo fresco, útil y sobre todo tan necesario...
Estoy haciendo criba de muchas prendas que regalo a personas que sé que lo necesitan y algunas caprichosas.
También tengo que decir que sin la maleta no podría haber escrito esto. Mi amiga Mónica de los viajes me regaló una en color dorado mate, gracias Mónica.
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