Veracidad y realidad.
La belleza, un salvoconducto de su amor Venus, esa belleza
no volverá. Solo paseará si es por una luna de color de plata, esa que hace que
sea el destello de un rayo reluciente. Mano de plata tan sublime como su color.
¡Llévame de la mano!
En nuestros salones predomina el color plateado tras un
espejo de cristal donde me miro queriendo y sin querer, es que es mi armario,
es que es mi mesa, no es joven pues nuestro espejo. Tiene aplicaciones que
hablan por sí solas pues 300 años de edad bien conservada hacen que mi abuela,
bisabuela y ahora yo misma soy la propietaria de esas bellezas. Siempre color
plata… de verdad, siempre tiene que estar entre nosotros pues nuestras novias
se sienten bellas.
Realmente verdad y realidad. Tenemos la garantía y
autenticidad de dichas piezas.
Una lágrima de plata no es de color azul, es color celeste
como un ángel.
Paz Crespo