Generalmente las bodas se programan para la primavera
llegando hasta el día del pilar (12 de octubre). Las bodas se lucen, la gente
va con una actitud más predispuesta a este tipo de actos con el buen tiempo.
Las bodas de los novios en invierno tienen un encanto especial, acompañadas por un gran despliegue de abrigos, pieles,
estolas y gorros que hacen del evento un ambiente extraordinario y diferente.
También la novia destaca si lleva un traje de manga larga,
aconsejamos un escote alto delantero y escote bajo en la espalda en forma de V.
Una bonita boda en navidad nunca se olvida, cosa que nuestra diseñadora Paz
Crespo recomienda por el ambiente navideño que le acompaña a dicha celebración.
En el caso contrario, en verano se le puede sacar partido al vestido de tu boda
con una piel notablemente bronceada, ya que le favorecerá más a la novia.
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