viernes, 13 de mayo de 2016

Uno solo no puede cambiar el mundo

Uno solo no puede cambiar el mundo, pero sí la forma de verlo. Nuestra actitud ante él, es una base importante para enfrentarse a las adversidades, todo un estímulo. Tener un grupo como el nuestro como impulso. Tener recursos para seguir y crecer. Quiero hablar de mi grupo. Quiero ser objetiva pues ayuda a tomar conciencia de nuestras posibilidades. En nuestro grupo se afrontan los problemillas, las dudas e indecisiones. La parte positiva de muchos momentos de la vida y a contar con el apoyo de personas involucradas, quiero pensar que aumentará las posibilidades de éxito. Tengamos fe, seguridad y talante para poder crecer. Somos pequeñas empresas, sí. No más de cinco personas en mi empresa, patronista, jefa de taller, oficiala de primera, modista, diseñadora. Tras 20 años de oficio en el sector de bodas confeccionando íntegramente, artesanalmente, en España. Con lo cual, ya sabemos cuales son nuestras habilidades y fortalezas, y cuales son nuestras limitaciones y debilidades. Creo que mi pequeño grupo podemos decir que estamos en un buen camino, ya que así sabremos de qué recursos disponemos y de qué somos capaces para conseguir. Seamos objetivos con un toque optimista, la objetividad ayuda a tomar conciencia, conciencia sí, de nuestras posibilidades para afrontar problemas y avalar la parte positiva de muchos momentos de la vida y contar con el apoyo de personas como nuestro grupo.


Tras este grupo que se ha creado con miras para ser una piña, poder apoyarnos mutuamente con bajos costes, toda una oportunidad de negocio. Probáblemente próspero.
No todas las integrantes tienen que participar en cada uno de los eventos pues tienen otras obligaciones, pero sí contar con otras ocasiones como por ejemplo el maravilloso día que pasamos en El Molino Amarillo. Creo que es súmamente positivo darnos un día X con todas las profesionales e innovar, no olvidar y ayudarse ofreciendo lo mejor posible de cada cual.
Quiero que este grupo, mi grupo, se haga sólido y consigamos objetivos serios. ¡Nunca había tenido un grupo!
¡Vamos a Telva, chicas! ¡Ya os contaremos!

Quiero hacer una mención especial a Olga Vallejo, deseándole que mi aportación sea decenas de reportajes, bodas y eventos. Porque tú lo vales, lo has demostrado y llevas la batuta en todo momento aportando tu sabiduría con el objetivo. Quiero decirte con toda la humildad del mundo que reportajes como los tuyos, pocos he tenido. ¡Nada! ¡Que ya estás en plantilla! Solamente quiero darte las gracias.

María, estilista, que con gran acierto transforma con su maquillaje. Un resultado impecable dándole valor a lo que hay que enseñar y lo que hay que resaltar.

Yolanda, Chocolala. Ya hemos hablado, hemos vivido con nuestros maridos haber sido partícipes de vivir en un castillo medieval, hemos probado las delicatessen venidas de Bruselas, tus manos hacen felices a los gourmet. Quiero decirte que tu compañía ha sido exquisita. Como nos reímos! Qué frío pasamos! Pero repetiremos, verdad? Tengo que alejarme algo de ti, pues eres mi tentación. Para mí eres especial, recuerda lo que tenmos pendiente: ilusiones y ganas. A por todas!

Susana Valentí, como te envidio pues de mayor, quiero tener una casa como la tuya, disfrutar de esos jardines, de la piscina y sobretodo de la tranquilidad. Gracias por habernos dejado ese espacio para soñar.

Almudena, es un gusto ser madre como tú. Estás pendiente de todo. Tienes una familia maravillosa, se os ve tan felices... Quiero aconsejarte una cosita, es bueno dejar atrás para recibir lo que queda por delante. !Si tú tienes alma de empresaria! Lo conseguirás nuevamente, no lo dudo.

Sonia, crees que vales, verdad? Bueno, pues yo te digo que cada minuto del día que pasamos no se te escapaba ni un ápice de los detalles para que todo saliese como tú eres, perfeccionista. Yo no lo soy tanto, improviso. No me va mal. Cada cual tenemos virtudes. Tienes una familia bonita, disfrútala, los años pasan rápido.

Ángel, otro más. Varios ángeles hubo en el evento del Molino Amarillo. Tú diste color y vida a todos los participantes con tu gran cámara fotográfica. Me hiciste sentir como a alguien importante por unos momentos. Ángel, mi hijo, al contarle lo vivido me dijo "Me hubiese encantado haber estado contigo, mamá". Ángel es un crack. Gracias por tu paciencia, me presenté varias veces pero a la tercera salió clavada.

Mauricio, desde las alturas. Has eternizado un día inolvidable con tus imágenes, con la ayuda, como no, del dron. Tu mujer y tú sois una pareja entrañable. Los niños me los comería. Gracias, de corazón.


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