Mi pequeña princesa ¡Qué grande eres!
Un día primaveral te conocí, una gran sonrisa invadía gran parte de nuestras estancias, más bonita no puedes ser.
Te gusta mucho el color rosa, los tonos pastel, las flores. ¿Te acuerdas que te dije que parecías una princesa? Al poco tiempo pasaron las semanas y los meses, te dije ahora eres una princesa real. Ahora eres mi reina.
Han pasado los años en los cuales quiero pararme. Sentir tu presencia esporádica, sí, pero saber que estás ahí. No te puedo decir que te quiero, pero sí lo siento. Eres parte de una etapa muy bonita, quizás sea algo nostálgica, soy así.
Nuestra etapa laboral ha sido para mi una gran ayuda para ambas. Yo no sé lo que nos deparará el destino pero sí sé que siempre recordaré lo bueno y bonito de todos y cada uno de esos dìas que hemos pasado juntas.
Cuenta conmigo para todo lo que necesites, emocional, sentimental, laboral, incluso económico, si cabe.
No quiero perder nunca el contacto contigo. Me has hecho sentir una mujer con una ayuda incondicional que si nada a pedir mucho das.
Paz Crespo
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